Hay algo gelatinoso ahi en el cabaret

Aparecen ex-compañeros, jovenes brillantes y varones de clase media, blancos (aunque algunos se autodefinen marrones), con una fuerte intervención en las redes (anti)sociales, streamings, y toda esa onda, que reproducen comportamientos ansiosos, sumados a la natural tendencia a creer que la Historia comienza con uno mismo, la realidad político-social, aunque haya sido estudiada, resulta abstracta cuando no es experimentada. En la era de Tik Tok y Twitter, los mensajes no pueden ser mas extensos que unos cuantos caracteres o segundos, la reflexión profunda, el estudio complejo, han quedado demodé, pero estos sujetos se las rebuscan para hacer de cuenta que realizan sesudas intervenciones, donde se escuchan demasiados gre gre para decir Gregorio. 


Esa ansiedad por obtener resultados YA, propia de estos tiempos, atenta contra la templanza, la fuerza de voluntad, la moral para sortear los malos momentos que siempre están presentes en la lucha popular.

Estos tipos inteligentes, simpáticos, cancheros, se transformaron en comunicadores modernos, y algunos que fueron, inclusive, entusiastas militantes del gobierno de Cristina, hoy sufren de un síndrome de descreencia, de pérdida de fe, de falta de respeto a la Conducción (cualquiera sea), de irreverencia a la orgánica, y andan en la búsqueda de cazar brujas “culpables” de lo que consideran el peor momento del Peronismo en la Historia (?), la perspectiva histórica quedó para los historiadores. Esto, si no especulamos con cuestiones mas mundanas, y es que estén operando para quienes los financian.

La vertiginosa actualidad está tapando la visión de largo plazo, los objetivos estratégicos quedan en un segundo plano para estos pibardos apurados, donde lo único que sirve es ganar, pero para qué?, si en 2019 se ganó y luego se sintieron defraudados de todas maneras.

Sus análisis son muy contradictorios, y aun así se atreven, con una soberbia poco justificada, a cuestionar a dirigentes con mucha Historia sobre el lomo, sin más argumentos que algunos malos resultados electorales, por ende, en ese sentido no cuestionarían el rumbo que tomó el Peronismo en la década del 90, pero sí nos acusan de haber perdido la Conducción a manos de un progresismo al que agreden constantemente, eso de correr zurdos de mierda en los 70s terminó mal, se ponen mas rancios que conservadores u ortodoxos, dejemos eso para los libertarios, lo mismo que juzgar a las pibas de pasarse dos pueblos, porque supieron imponer su agenda a base de organización y esfuerzo. 


También se plantea que el Cristinismo es mayoritario dentro del Peronismo, pero no puede construir mayorías hacia afuera, planteando (con los mismos argumentos gorilas) que tenemos un límite electoral, que somos una secta, que no tendemos puentes, y sin embargo, al mismo tiempo se cuestiona a Cristina las decisiones políticas de apertura, cuando acepta candidatos moderados propuestos por sectores mas conservadores del Peronismo, y también de imponer esos mismos candidatos con el dedo superpoderoso que pierden elecciones (Massa) o gobiernan mal (Alberto) o traicionan (Scioli), y así se trastorna todo análisis posible. No se puede estar en la misa y en la procesión decían nuestras abuelas...



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