Antes de empezar, si se pudre todo, estoy con Cristina (y supongo que eso implica también con Máximo). Esperemos que no se pudra.
Desde principios de 2018, los fondos de "inversión" (eufemismo por especuladores financieros) habían decidido retirarse del mercado Argentino, luego de haber colocado bonos de deuda a niveles ridículos, aprovechando la oportunidad de la bicicleta financiera que le facilitaba el Gobierno.
Las razones de la retirada de esos capitales especulativos, pueden ser relevantes, son las causas de los hechos posteriores, la corrida cambiaria y el posterior ingreso del FMI.
Los tenedores de bonos pudieron tener razones puramente económico-financieras, el exceso de endeudamiento iba a desencadenar en un cese de pagos, entonces la retirada podría ser para proteger su patrimonio. También pueden existir razones políticas, esos fondos de inversión buscan condicionar a los gobiernos de los países periféricos, y el FMI es la mejor trampa en ese sentido, y además era un garante que aseguraba la salida.
Es decir que Macri pudo haber caído en el FMI por desesperación antes de volar de la Rosada en helicóptero, o pudo haber elegido el camino indicado por el sistema financiero comandado desde Washington. Cualquiera sea la razón, la zancadilla al Gobierno entrante estaba tendida.
Y la trampa no es solo económica, sobre todo es política. La unidad lograda en el Frente de Todos, donde hay diferentes miradas, estilos, tendencias, representaciones, conduce a una crisis a la hora de definir la forma de salir de la trampa económica que dejaron plantada el tandem Macrismo/FMI, y si decimos FMI estamos diciendo Washington.
Estamos viviendo ese momento, y vemos como los diferentes representantes del poder financiero, político, mediático, fogonean las internas en el Frente de Todos. Ese fogoneo a todo vapor debería ser suficiente motivo para mantener la Unidad.
Dentro del Frente de Todos convive una tendencia mas Mercado-internista, con otra que se podría identificar como mas Desarrollista. En ambos casos son tendencias heterodoxas enfrentadas con el neoliberalismo ortodoxo dependiente del Consenso de Washington (que no se con quien consensuaron, porque los reyes del consenso son así, consensuan consigo mismos...).
Existe un sector dentro del espacio que entiende que el Ministro de Economía pudo haber negociado mejor, haber sido mas "duro". Tal vez sea cierto, no tenemos la información suficiente para saberlo a ciencia cierta, y además es contra-fáctico. Otro tema, es si el haber llegado a un acuerdo es la mejor decisión, eso lo sabremos con el diario del lunes, el resultado indicará si fue lo correcto, pero las decisiones se deben tomar ahora.
Lo que seguramente es un error y es muy injusto, es comparar esta gestión con la de Néstor. No existen nunca situaciones iguales, pero las diferencias en este caso son muy evidentes. En cuanto a las condiciones económico-financieras, los números recopilados por la Consultora Sarandí (comandada por Sergio Chouza) hablan por si solos más allá de la precisión de estos datos, a grandes rasgos no se pueden contradecir.
En cuanto a la situación político-social, hay también diferencias contundentes. Del lado del Campo Nacional-Popular, si bien el Gobierno de Néstor asumió con un bajo caudal de votos, había terreno propicio para construir organización y autoridad, los viejos dirigentes pejotistas estaban muy desgastados, desprestigiados, como para oponer con cierta fuerza algún obstáculo a la construcción del Poder kirchnerista.
Por el lado de la oposición política, estaba desintegrada en decenas de espacios poco representativos, todos responsables de la catástrofe de 2001.
El poder económico, estaba desorientado y desorganizado, con internas propias de la crisis, era responsable por igual de la hecatombe económica, incluyendo los medios de comunicación como mascaron de proa.
Finalmente, el Poder Judicial, encabezado por una Corte Suprema impresentable, totalmente desacreditada, no podía siquiera oponer algún mínimo obstáculo, y lo intentó sin éxito.
Y a todo esto se suma el desconocimiento por parte de todos los actores, sobre el proyecto que venía a impulsar Néstor, el efecto sorpresa no es para nada desdeñable.
Todo eso cambió, si bien tenemos una organización política muy importante, con una militancia muy comprometida y numerosa, no existe mas el efecto sorpresa, la oposición ya no está desarticulada, hoy tiene la representación del establishment muy organizada y logra un piso de 35/40% de votos aun después de Gobernar manifiestamente en contra de los intereses Nacionales y Populares, los medios de comunicación son mas poderosos, mas concentrados, y coordinados con el poder económico y la oposición político-partidaria, y el Poder Judicial totalmente cooptado, con una parcialidad nunca antes vista, participando de una campaña de persecución política sin antecedentes, casualmente coincidente con iguales practicas en el resto de América Latina.
Nada es igual.
Aun así, cabe recordar que el Gobierno de Néstor mantuvo en el Ministerio a Lavagna por 2 años, a Prat Gay en el Central, luego a Redrado, y fueron los gobiernos kirchneristas quienes cobijaron, o abrieron sus puertas al ingreso de los economistas neo-desarrollistas o a los estructuralistas, de raigambre antiperonista (reciclados obviamente), el periodo de 2003 a 2007 se caracterizó por las políticas de crecimiento económico basado en tipo de cambio competitivo (salarios bajos en dólares), y una mejora sostenida en las condiciones de vida y creación de empleo, luego se cambió por causas externas (crisis subprime) e internas (retenciones), y/o por decisión política a un modelo mas "populista" basado en el mercado interno, en el consumo, con altos niveles de empleo y salarios. El problema tarde o temprano es la restricción externa.
El acuerdo con el FMI, que todos coinciden que no es algo que se festeje, es una restricción de nuestra soberanía, no es la única, como todo pais periférico. Los compañeros que se oponen argumentando que quedamos a merced de que el organismo nos suelte la mano en cualquier momento, que podría ser previo a las elecciones de 2023, pueden estar en lo cierto, nunca lo sabremos. Los compañeros que afirman que entrar en default genera una incertidumbre que puede empeorar mucho la situación social, en cambio el acuerdo nos da tiempo para crecer y enfrentar las obligaciones en mejores condiciones también pueden estar en lo cierto. No es aceptable que haya compañeros afirmando que el acuerdo es la entrega de unos cipayos, ni que otros anden declarando que es imposible no acordar, que hay que firmar como sea o nos espera el caos.
En definitiva, mas allá de las preferencias, identificación, escuela, o como quiera catalogarse, fuera del modelo liberal de entrega, tenemos diferencias dentro de nuestro espacio en cuanto al modelo económico que mejor resultado puede dar a nuestra Patria, y dentro mismo del Kirchnerismo siempre existió. Nadie es trosco, radical de izquierda, irresponsable, traidor, tibio o flojo por ello, son diferencias de enfoque. y no quiero decir que no existan dirigentes de los cuales avergonzarse, que no existan agachadas imperdonables, pero no todo el que piensa distinto es el enemigo o representa intereses de multinacionales o embajadas extranjeras. las acusaciones fáciles para la tribuna generan desazón en las bases y pasto para las fieras.
Hoy está muy difundida entre los compañeros la frase que usó Bilardo en el entretiempo de Argentina-Brasil en Italia 90: "Muchachos no se la den a los de amarillo", puede resumirse así todo, es muy acertada.
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