"Los Condenados de la tierra" es la obra de Franz Fanon que inspiró a los jóvenes revolucionarios tercermundistas del mundo. Publicado en 1961, a solo 2 años de la revolución Cubana, en plena efervescencia de los movimientos de Liberación Nacional en América Latina y África. Mas allá del planteo propio de esos tiempos, del llamado a la lucha armada contra las fuerzas imperialistas, en el texto aun persisten cuestiones que siguen teniendo mucha actualidad, y algunas que nunca van a perderla. En ese aspecto encuentro un fragmento, que tiene una similitud que no debe ser casual, con una frase de Raúl Scalabrini Ortiz que forma parte de este blog en forma permanente y dice así: "Estos asuntos de Economía y finanzas son tan simples que están al alcance de cualquier niño. Solo requieren saber sumar y restar. Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender la patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y financieros”
El fragmento textual de Fanon dice lo siguiente, extendiendo la expresión de Scalabrini hacia otros campos además de la Economía:
"Es verdad que si se toma la precaución de emplear un lenguaje sólo comprensible para los licenciados en derecho o en ciencias económicas, se probará fácilmente que las masas deben ser dirigidas. Pero si se habla el lenguaje concreto, si no se está obsesionado por la voluntad perversa de confundir las cartas, de desembarazarse del pueblo, se advierte entonces que las masas captan todos los matices, todas las astucias. Recurrir a un lenguaje técnico significa que se quiere considerar a las masas como profanas. Ese lenguaje disimula mal el deseo de los conferenciantes de engañar al pueblo, de dejarlo fuera. La empresa de oscurecimiento del lenguaje es una máscara tras la cual se perfila una más amplia empresa de despojo. Se pretende al mismo tiempo arrebatarle al pueblo sus bienes y su soberanía. Todo puede explicarse al pueblo a condición de que se quiera que comprenda realmente. Y si se piensa que no se necesita de él, que por el contrario amenaza con romper la buena marcha de las múltiples sociedades privadas y de responsabilidad limitada cuyo fin es hacer al pueblo todavía más miserable, el problema está zanjado."
"Es verdad que si se toma la precaución de emplear un lenguaje sólo comprensible para los licenciados en derecho o en ciencias económicas, se probará fácilmente que las masas deben ser dirigidas. Pero si se habla el lenguaje concreto, si no se está obsesionado por la voluntad perversa de confundir las cartas, de desembarazarse del pueblo, se advierte entonces que las masas captan todos los matices, todas las astucias. Recurrir a un lenguaje técnico significa que se quiere considerar a las masas como profanas. Ese lenguaje disimula mal el deseo de los conferenciantes de engañar al pueblo, de dejarlo fuera. La empresa de oscurecimiento del lenguaje es una máscara tras la cual se perfila una más amplia empresa de despojo. Se pretende al mismo tiempo arrebatarle al pueblo sus bienes y su soberanía. Todo puede explicarse al pueblo a condición de que se quiera que comprenda realmente. Y si se piensa que no se necesita de él, que por el contrario amenaza con romper la buena marcha de las múltiples sociedades privadas y de responsabilidad limitada cuyo fin es hacer al pueblo todavía más miserable, el problema está zanjado."
Cuando los intereses del Pueblo se defienden sin dobleces, aparecen estas coincidencias de la Historia.
Comentarios
Publicar un comentario