Dia de la Militancia

 

Se acerca el 17 de noviembre, donde celebramos el día de la militancia, cuando se cumplen 50 años del regreso de Perón a nuestra Patria luego de 17 años de exilio y gracias a la lucha del Pueblo, principalmente de los trabajadores, muchos de los cuales dieron la vida por esta causa.

Y es un buen momento para reflexionar y debatir sobre la violencia política, sus causas y consecuencias, y los paralelismos con la actualidad nacional.

Estamos frente a un brote de violencia incipiente desde hace unos años contra el Peronismo, que desembocó en el fallido atentado contra Cristina, justamente unos días mas tarde que el fiscal Luciani pidiera la proscripción de la Conductora del Movimiento Nacional.

Como si no tuviéramos Historia, como si viviéramos en un presente constante. Sabiamente nos advertía Rodolfo Walsh hace muchos años sobre este fenómeno en su siguiente frase: "Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.”

Esta ceguera cerril de nuestra oligarquía cipaya y sus mandantes imperiales de turno, sumada a su "inclinación natural al asesinato", nos quiere volver a introducir en una espiral de violencia. Aquella proscripción, exilio, prohibición, persecución, que incluyó, cárcel, torturas, robo, fusilamientos, y hasta un bombardeo a la población civil desarmada, que se inició en 1955 (con algunos antecedentes menores previos), culminó en la ultima dictadura genocida, la mas sangrienta conocida en nuestro país. Los anti-peronistas parecen no advertir que es imposible exterminar al Peronismo, y que sus intentos causaron daños irreparables. Parafraseando a Borges, los incorregibles, resultaron ser los gorilas.

Hoy se pretende, día a día, nuevamente cerrar todos los caminos a la expresión política del Peronismo, a través de fallos judiciales obtenidos mediante fiscales y jueces que llegaron a sus cargos de manera irregular, avalando judicial y mediáticamente todo ataque contra el kirchnerismo (aun asesinatos fallidos), las operaciones constantes desde el periodismo de guerra demonizando toda actividad que huela a Peronismo. Se generó un clima agobiante, donde se ha deshumanizado hasta al mas humilde militante de base, y por ende está permitido cualquier agresión contra esos sujetos, mientras estos van acumulando angustia y resentimiento. El caldo de cultivo para una nueva espiral de violencia en nuestra Patria está a punto caramelo.

En este paralelo con nuestra coyuntura, se presenta nuevamente, además de la discusión con los negacionistas partidarios del genocidio, la disputa de sentido con aquellos "moderados" partidarios de la Teoría de los dos Demonios, reavivada hoy con la difusión masiva de la película "Argentina 1985".

El terrorismo de Estado, no tiene ningún atenuante, la lucha armada como modo de resistir dictaduras y proscripciones, no es una forma de terrorismo, cuando al Pueblo se le quitan sus derechos políticos, el único camino posible es la resistencia y allí es donde la violencia entra a jugar. Borrar de la memoria popular nuestro pasado, es imprescindible para validar la teoría de los dos demonios. La obturación de los caminos democráticos, conduce a la violencia nos guste o no, no se puede esperar resultados diferentes aplicando los mismos métodos.

El anti-peronismo hoy representado mayormente por el macrismo, ha perdido peligrosamente el respeto por las normas democráticas, actuando de forma irresponsable, ante un Peronismo sumamente moderado, muy adaptado a las instituciones liberales, respetando a rajatabla todos los preceptos de la sociedad capitalista. Están avasallando sin escrúpulos, de modo cuasi-mafioso, todo lo que se les interponga. No caben dudas de que no han aprendido nada de la Historia, o no les importa las consecuencias de su comportamiento.