¿EL KIRCHNERISMO ES UN PROGRESISMO?

 ¿EL KIRCHNERISMO ES UN PROGRESISMO?

                            “Ser joven, y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”

Salvador Allende

En vísperas de un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres a realizarse este año en Jujuy, donde las Organizaciones Peronistas tienen una participación relevante, resulta oportuno dar el debate planteado acerca de la responsabilidad del Movimiento Feminista en nuestra performance electoral. Es sabido que entre nuestras filas hay quienes hicieron circular la hipótesis de que “las pibas se pasaron dos pueblos”, buscar culpables por ese lado, cuando el Gobierno de Alberto empeoró la magra distribución del ingreso heredada del macriato, es cuanto menos, una canallada.  

El desconcierto provocado por la victoria electoral del experimento de la ultraderecha anarco-capitalista, autodenominada “libertaria” (para horror de la memoria de aquellos militantes anarquistas del principio del siglo XX en nuestro país, que a contramano de estos tipos, combatieron sin escatimar violencia, a la oligarquía terrateniente y al alto empresariado financiero e industrial), le dio aire a dirigentes Peronistas con ínfulas conservadoras, subidos a esta ola de moda anti-progre.

El Peronismo es un Movimiento Revolucionario de Liberación Nacional y Popular, como no es sectario, lejos está de rechazar sectores identificados como progresistas que se suman a nuestras fuerzas, para alcanzar nuestro objetivo de una Patria Justa, Libre y Soberana. Y por supuesto, mucho menos, señalar o perseguir a Compañeros que piensan diferente, o tienen un origen en la izquierda tradicional, o en la centro-izquierda denominada despectivamente social-democracia. Estas actitudes, además de sectarias, y por ende tácticamente negativas por ser expulsivas, son peligrosas, nos han provocado mucho daño en los 70, con mucha sangre derramada entre compañeros.

Tampoco podemos sumarnos a campañas de odio, y rechazar agendas “progres” por el solo hecho de que se replican de otras latitudes. Y entonces, en cambio, replicar discursos y prácticas xenófobas, racistas, homofóbicas (también extrañas e impulsadas por usinas multimillonarias). No podemos porque el Peronismo es la única fuerza que le da categoría política al Amor, como dice la mejor frase de nuestra marcha “Para que reine en el Pueblo el Amor y la Igualdad” y como impuso Cristina: “El Amor vence al odio”, que aunque parezca circunstancialmente que esto no se cumple, no quepan dudas que será así más temprano que tarde.

Los Peronistas somos nacionalistas e industrialistas, tal vez no somos progresistas por definición o por origen, y sin embargo, mejorar la distribución del ingreso, implementar el voto femenino, el divorcio, la comisión interna de delegados gremiales en los lugares de trabajo, la participación de los trabajadores en la función pública y hasta en la diplomacia, la inversión en ciencia y tecnología, la gratuidad de la educación universitaria, son políticas públicas llevadas adelante en el primer período de gobierno Peronista que tienen un sentido estrictamente progresista. Lo que no puede permitirse el Peronismo es ser liberal, de ningún tipo (inclusive progre), sobre todo ese liberalismo económico cipayo que es sumamente conservador en lo político y cultural, y fundamentalmente ultra-individualista. Para nosotros, primero está la Patria, después el Movimiento y por último los hombres, no renegamos de la libertad individual, pero nadie se puede realizar en una comunidad que no se realiza.

El Peronismo del siglo XXI, renacido de la mano de Néstor y Cristina, sumó a la larga lista de políticas públicas de carácter “progresista”, la reivindicación de los Organismos de DDHH, las jubilaciones para las amas de casa (moratorias previsionales), el Matrimonio Igualitario, la Asignación Universal por Hijo, la tipificación del delito de femicidio, las políticas de asistencia a víctimas de violencia de género, la ley de Identidad de Género.

El Kirchnerismo avanzó con esas decisiones políticas claramente democráticas y feministas que no estaban en la agenda de nuestro espacio (ni de la Sociedad) sin perder el respeto a las banderas históricas del Peronismo, principalmente en la generación récord de empleo formal con salarios dignos, la re-industrialización, la mejora de la distribución del ingreso y la independencia en la toma de decisiones respecto al poder económico local, a las potencias extranjeras u organismos financieros internacionales, así como también por el histórico impulso a la integración latinoamericana, expresada en el NO al ALCA, en la ampliación del Mercosur, la creación de la Unasur y la Celac.

El kirchnerismo que se referencia en la Conducción de Cristina es el sector más dinámico del Movimiento Peronista, donde encuentra su lugar el Feminismo Popular, este movimiento ha alcanzado un alto grado de organización y lucha, que se ve reflejado en sus Encuentros Nacionales cada año, en las marchas del “Ni una Menos”, en el impulso y obtención de la IVE, etc. 

Tanto avance de nuestras mujeres, ha asustado a muchos varones jóvenes de barrios populares, que aislados, desorganizados, desmoralizados, ante una realidad penosa desde 2016, se volcaron a la ilusión “libertaria” como reacción, es tarea de todos y todas, abrirle las puertas del Peronismo a esos pibes, que sin lugar a dudas van a descubrir que solo nosotros podemos dar respuestas a sus inquietudes.

La tarea de conquistar nuevos derechos para mujeres y diversidades no debe claudicar, y menos aún la de exigir el cumplimiento de los derechos ya conquistados. Esta actualidad distópica, delirante, llegará a su fin antes de lo esperado por sus protagonistas, producto de las políticas económicas y sociales llevadas adelante, que destruyen la calidad de vida de nuestro Pueblo y se respaldan con salvaje represión y persecución, llegará allí el turno del Peronismo para reconstruir la Patria como siempre, las mujeres deberán tener un papel fundamental, ocupando mayor espacio en los lugares de toma de decisión, como acaban de demostrar las jóvenes presidentas electas de los centros de estudiantes de Filosofía y Letras, Arquitectura, Exactas y Sociales, de la UBA.

El Peronismo será revolucionario o no será nada, ya fuimos conservadores, guardianes del poder establecido, y nos fue mal como gobierno y como oposición, no podemos permitirnos mas arriar nuestras banderas.


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